Según se informa, los grupos armados están reforzando su control sobre la selva tropical, usándola como moneda de cambio en las negociaciones de paz con el gobierno. Susana Muhamad, ministra de Medio Ambiente de Colombia, expresó su preocupación por la tendencia, citando dos razones principales para el aumento. Colombia experimentó un aumento significativo en la deforestación después del acuerdo de paz de 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), con un récord de 219,973 hectáreas (544,000 acres) perdidas en 2017 debido a la coacción de grupos armados y condiciones favorables causadas por el fenómeno de El Niño. El gobierno de Gustavo Petro, la primera administración de izquierda en la historia de Colombia, ha invertido la tendencia negociando con rebeldes armados para proteger los bosques. La deforestación en Colombia disminuyó en un 29% en 2022 en comparación con 2021, alcanzando el nivel más bajo desde 2013. Los datos preliminares indican una nueva disminución del 25-35% en 2023. La caída significativa se debió principalmente a la prohibición de la tala de bosques impuesta por el Estado Mayor Central (EMC), un grupo rebelde que controla grandes áreas boscosas en el sur del país. Sin embargo, las conversaciones entre la EMC y el gobierno se tensaron, lo que llevó a la revocación de la prohibición y al fin de la disminución de la deforestación.