A medida que la firma criptográfica se somete a un proceso de bancarrota cargado de problemas, Bankman-Fried se enfrenta a un juicio por fraude separado. Él cree que todos los acreedores serán reembolsados por completo, una reclamación que el gobierno de los Estados Unidos disputa. El supervisor de bancarrota John Ray III ha calificado las acciones de Bankman-Fried como un fraude monumental, viviendo una vida desconectada de la realidad. Ante la condena de Bankman-Fried por fraude y lavado de dinero, los fiscales recomiendan una sentencia de prisión de 40 a 50 años, destacando el riesgo de que cometa más crímenes si se libera temprano. El colapso de FTX se considera una historia de nueva tecnología utilizada para malversación a la antigua.